Hace 3 años la mayoría de la actividad humana en el mundo se paralizó en virtud de la pandemia. Este acontecimiento significó una lección tan inesperada y un desafío tan profundo, que muchos siguen aún recuperándose de los estragos que produjo en sus vidas.
Todos tenemos conocimiento de las nefastas consecuencias que trajo el covid-19 en la dinámica laboral y cómo el teletrabajo fue la mejor opción en medio de la incertidumbre; así que voy a centrarme en su evolución acelerada en nuestra compañía y cuál ha sido el secreto de nuestro éxito para llegar a ser reconocidos como una organización pionera y un referente de teletrabajo en nuestro país.
En el 2017 firmamos el pacto por el teletrabajo, a través del cual nos comprometimos a implementar e impulsar esta nueva modalidad que prometía ser una revolución en la organización del trabajo. Fue así como aprendimos sus grandes bondades y beneficios y afrontamos las dificultades características de un cambio organizacional tan grande.
La implementación del teletrabajo en C & M fue un proceso exitoso desde el inicio, incluso mucho antes de la pandemia, y esto se puede sustentar con los resultados de la investigación que llevé a cabo en la compañía y con la cual tuve la oportunidad de participar en el libro “El teletrabajo: modalidad de flexibilización laboral: estudios de caso colombianos” de Orejuela, Villada y Daza (2022), obra que logra reunir diversos esfuerzos investigativos relacionados con el teletrabajo en Colombia desde un punto de vista teórico-práctico.
El libro contribuye acertada y oportunamente a promover la evolución de modelos más flexibles de trabajo, impulsados por el desarrollo acelerado de las tecnologías de información y la comunicación y aporta igualmente con un ideal de cultura, gestión y permanencia del teletrabajo y un enfoque orientado en una construcción y crecimiento permanente en un entorno virtual.
Uno de los hallazgos más significativos de mi estudio fueron las condiciones facilitadoras del teletrabajo en C & M. Indiscutiblemente, la más relevante para los participantes fue la cultura organizacional, caracterizada por la flexibilidad, autonomía y confianza. Otras importantes fueron la voluntad y compromiso de los líderes y las estrategias de socialización y capacitación en hábitos y rutinas.
Por otro lado, vale la pena anotar que a pesar de que la investigación no arrojó mayores condiciones obstaculizadoras del teletrabajo, no debemos descuidar la comunicación entre equipos de trabajo y sobrecarga laboral.
Gracias a lo anterior, pudimos sobrellevar de la mejor manera la emergencia, pues ya habíamos hecho una gran inversión en tecnología y contábamos con un sistema sólido de herramientas virtuales, teníamos unas normas culturales bien definidas basadas en la comunicación efectiva y prestábamos especial atención al bienestar físico y emocional de nuestros trabajadores.
Fuimos muy ágiles, flexibles y dinámicos para proveer todos los recursos que necesitábamos, por lo que nuestra transición hacia el teletrabajo autónomo a gran escala como respuesta inmediata a la crisis sanitaria, se dio de una forma fluida y sin tantas complicaciones. Permitió un aprendizaje acelerado y una adquisición sobre las mejores prácticas de gestión remota, por lo que podemos afirmar que C & M es hoy una compañía madura y preparada para afrontar los desafíos laborales futuros.
Catalina Barrios Henao
Directora Administrativa de Talento Humano
